¿Crees en el “vivieron felices para siempre”? ¿Piensas que tu media naranja está por ahí esperándote? Si tu respuesta es sí, pon atención al siguiente artículo.
La semana pasada conversamos sobre cómo nos afecta la idea del amor romántico en San Valentín, a propósito del 14 de Febrero.
En conclusión, crecer con una educación sentimental limitada a raíz de películas, libros y canciones que nos rodean desde niños, genera que formemos un mundo romántico con ideas irracionales e irreales, las que a futuro, dañan nuestras relaciones de pareja y a nosotros mismos.
Ante esto, la psicóloga de la Fundación Antonia, Karen Acosta, detalló diez características o señales a las que debes poner atención, para evitar “el amor romántico” o “romantizar las relaciones”.
“Queremos poner esta guía a tú disposición, para que puedas reflexionar y hacer un auto análisis acerca de cómo estás llevando tu relación de pareja (actual o pasada), con el fin de evitar errores que podrían dañarte a ti o al otro”.
Fundación Antonia
Diez señales que indican que estás romantizando una relación:
1. Media naranja: creer que la pareja viene predestinada a complementar todas las carencias que tú como persona individual, no logras llenar. Tener la idea de que “el otro” es necesario porque estás incompleto(a).
2. Amor telepático: pensar que quien te ama siempre te entenderá sin necesidad de comunicación o siempre sabrá lo que te pasa sin necesidad de preguntar. Sientes que el amor todo lo puede si es real, incluso una conexión “telepática”.
3. Los polos opuestos se atraen: en base a este enunciado, opacas o minimizas tus convicciones personales para aceptar las del otro en base al amor.
Está comprobado que las relaciones que tienen más cosas en común tienen mejores resultados en el futuro. Sin embargo, esto no quiere decir que las relaciones con menos cosas en común, serán un fracaso.
4. Los celos son amor: creer que los celos son un requisito indispensable y el un indicador de amor verdadero en una relación. Sientes que si el otro no demuestra celos, entonces el otro no ama de verdad.
5. Un final de cuento: tener la creencia de que solo existe un amor verdadero para toda la vida, que sólo se quiere de verdad una vez, y que si dejaste pasar esta oportunidad nunca más volverás a sentir lo mismo por otra persona.
6. El único logro, estar en pareja: tener como única finalidad en la vida emparejarse con un otro. Esta persona tiene la idea que nació para estar en una relación y pierde la credibilidad en sí mismo(a).
Y en el caso de estar en pareja, la única convicción es llegar a un matrimonio, convivencia o formar una familia. Crees que el otro es el único ser humano capaz de darte la felicidad que no logras conseguir en tu soledad.
7. La discusión es normal para conocerse: creer que las discusiones son un proceso de adaptación y que es algo natural para conocer a la otra persona. Normalizar el conflicto es algo grave, no debes adaptarte a situaciones que te hacen daño.
Tolerar comportamientos ofensivos fuera de tus límites, daña las relaciones, especialmente si tienes el convencimiento que esta persona cambiará porque te ama.
8. Te pierdes por el otro: pierdes tu individualidad, identidad e intimidad, por la idea de ser uno solo al fusionarte con otro. Esto se refleja en sacrificar todo lo propio, olvidar gustos y renunciar a tus sueños. Piensas que el otro debe saber todo lo tuyo, incluso lo que piensas y haces.
9. Pasión infinita: creer que el amor pasional de los primeros meses perdurará por siempre y que la relación amorosa continuará con ese cóctel hormonal durante toda la fase de la relación. Se tiene la idea que si esta pasión desaparece, entonces no hay amor y la relación acabó.
10. Exclusividad: tener la idea de que si estoy enamorado, no puedo sentirme atraído por otras personas y si eso me pasa, entonces no quiero a mi pareja como yo pensaba. La exclusividad también implica “mirar a otras personas” y respetar que el otro sí pueda sentirse atraído por alguien más.
“Una relación sana siempre está dentro de los marcos de respeto, tanto por uno mismo como persona individual, como por mi pareja. Tener ideas irracionales sobre el amor, perjudica la relación con el otro y también con uno mismo”.
Psicóloga Karen Acosta.