
A nivel nacional e internacional, estamos viviendo una crisis sanitaria debido a la rápida propagación del Coronavirus. Las recomendaciones principales para combatir este virus y evitar el aumento de contagiados es: aislamiento y distanciamiento social.
Estas dos recomendaciones son las mismas que agravan la situación de las personas que sufren violencia. Si lo pensamos, el aislamiento es una de las primeras señales visibles que podemos ver en una persona que está siendo víctima de violencia.
Es el escenario ideal para un agresor, pues éste NO NECESITA que su víctima esté en contacto con personas cercanas, que puedan ver lo que está sucediendo y que influyan u opinen acerca de lo que pasa.
Entonces, ¿Qué podemos hacer?
Desde Fundación Antonia, entregamos algunas recomendaciones o pasos a seguir, para quienes sufran violencia o sean parte de su red de apoyo. Recordemos que cada situación es diferente y que no todas estas recomendaciones pueden ser aplicadas en los mismos contextos. No olvidemos que la pandemia que estamos viviendo es desconocida y que genera diferentes emociones y estados anímicos en las personas.
Es probable que las personas víctimas de violencia no puedan ingresar a las redes sociales o a internet, como lo harían si no estuviese con el agresor. Puede que comience a recibir otro tipo de agresiones, desconocidas hasta ahora y es muy posible que puedan restringir el acceso a noticias, como otra forma de control.
Crear un plan de seguridad
Es importante tener un plan de seguridad para poder disminuir los riesgos de violencia en estas circunstancias, en que muchas personas están en cuarentena y no están las mismas posibilidades ni medios de pedir ayuda.
¿Para qué tener un plan de seguridad?
Debemos adelantarnos y saber qué hacer si sufrimos algún tipo de agresión. Si consideramos la angustia, miedo, nervios, etc. que provoca vivir una situación de violencia, y además le sumamos la incertidumbre de la cuarentena, es importante tener un plan de seguridad.
Idealmente escribirlo y tenerlo a mano. Si eso no es posible, tenerlo muy bien pensado, con pasos acotados y memorizarlo hartas veces en el día para usarlo en el momento que lo necesitemos.
Sugerencias
- Si tiene hijos, incluirlos en este plan de seguridad.
- Tener una palabra clave, previamente acordada con alguien cercano para poder pedir ayuda sin que el agresor se entere.
- Si no se puede salir del hogar, es importante buscar un espacio estratégico de protección, en que podamos tener un seguro de puerta (pestillo) y una ventana que dé al exterior, en el caso de que debamos escapar por la ventana.
- Este lugar no debe ser la cocina.
- Crear una clave con los hijos, para ir al lugar de protección dentro de la casa.
- Enseñar a los hijos/as a llamar a los números de urgencia en caso de violencia.
- Esconder armas, cuchillos, tijeras, etc.
- Tener un celular escondido, siempre tengamos con carga y que el agresor desconozca.
- Tener grabados números de emergencias como Fono Familia: 149 (carabineros debe asistir), número de algún vecino y siempre comunicar que va a estar escondida.
- Intentar tener algo de dinero guardado, en el caso de necesitar movilización y los primeros gastos en el caso de escapar.
- Siempre tener un bolso o mochila con una muda de ropa, documentos personales y los medicamentos de las personas incluidas en el plan de seguridad.
- Mantener contacto con una amiga, vecinos, familiares a los que se pueda acudir.
- Contar con una casa segura entre vecinas/os, amigos/os para poder resguardase.
- Evitar tener alcohol en la casa.
- Si existe alguna evidencia de las agresiones, como fotos, grabaciones o audios. Intentar enviarlos a un mail que haya creado y que el agresor desconozca, eventualmente le puede servir como prueba si quiere hacer una denuncia.
También compartimos la siguiente guía de acción, realizada por Amaranta ONG que recopila los números más importantes de atención y entrega recomendaciones. Recuerda, no estás sola. En Fundación Antonia continuamos atendiendo online y en el caso de una urgencia, de manera presencial.